Soy el Mejor Ejemplo.

Por Claudia Guerrero

 

Cuando supe que mi tercera hija también era una niña, confirmé que la casualidad no existía y que todo era producto de un  perfecto orden.

 

Ser madre ha sido, definitivamente, el mayor desafío de mi vida; y ser mamá de tres mujeres lo acrecentó y afirmó aún más.

 

Desde pequeña soñaba con tener muchos hijos. Al menos seis. Pero siempre me conectaba y soñaba con niñas. Luego, llena de temores,  pensé que mejor era no tenerlos… Finalmente la vida me trajo tres pequeñas, cantidad suficiente para llenarme de Amor, un Amor profundo e incomparable.

 

Pero también un desafío diario, de querer convertirme y ser el mejor ejemplo para ellas.

 

Y en el afán de cumplirlo, de ser efectivamente el ideal de mujer que ellas seguirían, me llené de expectativas y desafíos casi imposibles de cumplir.

 

En la búsqueda de esa perfección inalcanzable, de mostrarme feliz y entretenida a toda hora, de querer brillar a cada momento como la super madre, frente a ellas y el mundo entero; comenzaron, poco a poco, a aparecer todas y cada una de mis sombras.

 

Y el dolor y las heridas de la niñez, renacieron frente a mi, como si se hubiesen producido ayer.

 

Me empeñaba en ser fuerte y esconder lo que sentía, lo que acrecentaba mi mal humor, las rabietas de niña en una adulta!! que ni mis pequeñas, ni mi buen compañero entendían. La verdad es que hasta ese momento, ni yo sabía lo que me ocurría. Y me negaba a hablar sobre ello o a pedir ayuda.

 

Sinceramente, me sentía inmensamente  feliz por tener tres hermosas niñas, un excelente compañero a mi lado – el mejor papá para mis chiquitas – un bello lugar donde vivir; sin embargo, tenía una sensación intensa de molestia,  de rabia indefinida, de vacío… no lograba entender qué pasaba conmigo.

 

Descubrir y enfrentar lo que me sucedía fue un absoluto desafío, y ser más valiente de lo que pretendía ser.

 

Ser mamá me enfrentó, no sólo al amor profundo e incondicional; sino que también al dolor, a la incomodidad  y a todas las sombras que me acompañaban, y que yo mantenía escondidas, resguardadas.

 

Mis hijas en su inocencia y sinceridad,  me mostraron y me dieron la mano para transitar mis dolores más profundos, a tomar conciencia que el mejor ejemplo que les podía dar, es ser una madre sana, una mujer íntegra y honesta conmigo misma; a mostrarme débil, a llorar frente a ellas, a reconocer mis errores sin vergüenza como una oportunidad más de  aprendizaje, a caerme y levantarme junto a ellas. A ser fuerte y también débil. A habitar el miedo y enfrentarlo en su compañía, a curar y cicatrizar. A aceptar lo que no puedo cambiar, a soltar el control y dejar de buscar la perfección… A sanarme.

 

Finalmente, nadie nos enseña a ser madres, y los únicos maestros que podemos tener son nuestros hijos. ¿Quién mejor que ellos para enseñarnos desde el amor?

 

En este andar de 10 años con tres princesas en mi camino, he admirado la sincronía y lo sabia que es la vida.

 

Tener sólo niñas ha significado honrar el matriarcado de mi familia (muy potente de verdad). A sanar a mis ancestras y a las generaciones futuras, a luchar por terminar con la injusticia y el egoísmo, con el que por tanto tiempo vivimos las mujeres.

 

Y principalmente, a crear y criar niñas poderosas y fuertes, en sus luces y en sus sombras, con temores y alegrías, con aciertos y desaciertos, aceptándose y amándose tal como son.

 

Y así,  transformarme a cada minuto, en el hacer sincero del día a día, en el mejor ejemplo, simplemente siendo Yo.

 

Gracias a Maite, Celeste y Ema.

La Niña de mis Sueños, la Niña de mi Alma y la Niña de mis Amores.

 

Y a mi compañero de vida César por transitar conmigo el proceso.

 

Un abrazo para ustedes, comunidad.

4 comentarios de “Soy el Mejor Ejemplo.

  1. Carola dice:

    Claudia que bella reflexión, tus niñas son felices y eso es por todo el amor que reciben de ustedes como familia ,la vida no me dio hijos , pero desde mi ignorancia como madre , creo que eres la mejor mamá que pudieron tener tus bellas hijas , y abrazo virtual

    • Alexa dice:

      Sin duda ser madre es el desafío más maravilloso del mundo y leerte nos hace saber que todas en algún momento hemos compartido los mismos temores, gracias por compartirlo.

  2. Silvia Ponce Figueroa dice:

    Que hermoso lo que Claudita nos comentó de su historia de vida , como niña, mujer , mamá. Sus tres lindas hijas y su gran compañero César son sus cables a tierra que le an ayudado mucho a ser la gran mujer que es toda una luchadora . Felicitaciones Claudia Daniella Guerrero Ponce

  3. Rosita dice:

    Maravilloso!! Aprender desde el amor y no desde el miedo o de las expectativas. Y eso deberíamos aplicarlo a todos los ámbitos de nuestra vida. Hermoso relato, honesto e inspirador.

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