Solamente 7 semanas.

Por Marcela Guerrero

 

Quiero hablar de un tema que siento que muchas veces es tabú quizás por el dolor que muchas sienten, quizás por desconocimiento, quizás porque así ha sido la costumbre.

 

Tengo una linda familia junto a mi marido, Nacho, y mi hijo, Mati. El 27 de septiembre nos enteramos que íbamos a tener otra guagüita así que el 28 de septiembre fui al doctor y pude ver los latidos del corazón. Tenía 5 semanas de vida en ese momento. Sentimos mucha felicidad ya que fue una hermosa sorpresa.

 

Pasaron dos semanas y fui a la eco. Y fue ahí que escuché las palabras del Doctor y vi su expresión, algo no andaba bien, su corazón se había detenido. Mi corazón también se detuvo en ese momento.

 

No sé por qué razón siempre he estado preparada para una noticia así. Según los doctores a 1 de cada 6 embarazos le sucede, según otros documentos a 1 de 4. No es que uno haga algo mal, no es nuestra culpa, solamente sucede debido a que existe un problema en los cromosomas y el embarazo se detiene.

 

Y aunque sea pequeñito, aunque sean solamente 7 semanas, aunque supiésemos la noticia solamente dos semanas, también se detienen en ese momento ilusiones y una vida, la de tu guagüita. Y está bien sentir pena, y está bien poder expresarse, y está bien vivir el duelo. Es un proceso tan íntimo que cada mujer y cada familia debe permitir conectarse con lo que está viviendo, a su manera.

 

Pero escribo esto también para que no lo vivas sola, que sepas que hay muchas mamás que pasamos por lo mismo, ya sea en el primer, en el segundo, en el tercer o en alguno de nuestros embarazos.

 

Siento que es importante también darle espacio a la emoción y poder hablar con nuestro cuerpo que estaba preparado para ser nuevamente fuente de vida y que pueda vivir el duelo, que se sienta libre cuando sea el momento de dejar ir a esa vida y adapte su proceso para esto.

 

Uno de los consejos que me dieron fue leer un hermoso libro llamado “Donde crecen las malvas” (Autora Camila Larraín). Si tienes la posibilidad de hacerlo y quieres, léelo, ya sea estés pasando por esto o quieras ayudar a alguien o tan solo informarte. Es un regalo mágico, un “botiquín sagrado” como dice ella, ya que te habla desde su vivencia, de las etapas físicas y psicológicas que pasas y de las que nadie habla y además abre la puerta a un hermoso espacio de sanación entre alimentos, flores de Bach, respiraciones de yoga que llegan para abrazarte en esos momentos de menos luz.

 

Creo que nuestra guagüita nos eligió y quería estar en estos momentos que pasamos con nosotros con una finalidad para nuestras vidas. Creo que es un ángel que nos eligió y nos unió aún más en este camino y que siempre estará con nosotros cuidándonos.

 

Con mucho amor, Marce.

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