Siempre juntos, hasta más allá del sol

Ignacio Estay

Con 36 años y el amor un tanto esquivo, me había hecho la idea de que ya no sería papá, que ese sueño que tenía de pequeño de tener una familia constituida producto del amor, no se haría realidad, lo veía lejano, casi imposible, de hecho llevaba una vida centrada en mí mismo, algo así como un ermitaño 2.0. Por eso cuando supe que sería papá además en un contexto de una relación informal, sentí un balde de agua fría en mi espalda, me di cuenta de que a pesar de mi edad no estaba preparado para enfrentar esa responsabilidad tan grande e importante, menos en las circunstancias que se dio… Fue muy difícil en un comienzo, se venía todo el proceso del embarazo y había que estar ahí, apoyando como corresponde. Luego de 9 meses, un 16 de Agosto llegó el día mágico, ese que marcaría un antes y un después en mi vida, todavía tengo grabada su mirada cuando nació, nos reconocimos enseguida, era una mirada de un angelito indefenso que necesitaba protección y amor, me juré en ese instante que pasara lo que pasara jamás dejaría de estar a su lado, que sería un padre presente, que no sería como algunos que ven a sus hijos un par de horas cada 15 días, sería un papá que se la jugaría por estar la mayor cantidad de tiempo junto a él, como hubiese querido que fuera mi viejo…. Ha pasado el tiempo y sin duda este caminar ha sido de un constante  descubrimiento y crecimiento, muchas veces también cuesta arriba, pero jamás pensé tener la  faceta de un papá que cocina, juega a los autitos, a la escondida, fútbol, es payaso, superhéroe, masajista, cuentacuentos, bailarín, cantante, dibujante, pintor, etc. (Todo lo anterior sin derecho a cansarse obviamente). Ha sido agotador es verdad, pero estos 4 años maravillosos junto a Alonsito he descubierto el verdadero amor, el amor incondicional, jamás pensé que podía amar tanto a alguien y que por él daría mi vida sin pensarlo si fuera necesario. Por eso cada vez me hace más sentido y hago más propia una frase de Jodorowsky que publiqué a los meses que nació: “Cuando te acaricié me di cuenta que había vivido toda mi vida con las manos vacías“. No tengo dudas en decir que sí mi amor, estaremos por siempre juntos, hasta más allá del sol… Te amo mi Principito.