María Fernanda Gutiérrez
Ser mamá me cambió la vida.
Me hace ser cada día mejor persona.
Más consciente conmigo misma, con mi entorno y por supuesto con mi hija.
Me ha motivado ha estudiar un sin fin de temas de crianza, con el objetivo de mejorar día a día como madre y persona y poder entregar herramientas valiosas para mi hija en su primera infancia.
Pero más que la teoría, me ha desarrollado este hermoso y ancestral instinto con el que transito día a día haciendo las cosas que me hacen sentido más allá de porque simplemente lo dice el papel.
Renuncié a mi vida profesional por dedicarme al trabajo más sacrificado pero el que más recompensas trae a la vida. Y no me arrepiento absolutamente de nada. Es más, saber que estoy día a día en su primera infancia, sobre todo en sus primeros 3 años de vida, (donde su cerebro crecerá y se desarrolla más que en ningún punto de su vida) y ver sus avances y su cara de felicidad me reafirma que tomé la mejor decisión.
“Mi hija me hizo encontrar mi propósito en esta vida»