Capítulo #2: Ropero ecoamigable familiar.

Por Cristina Gutiérrez. @mamarecicla

Otro miércoles más compartiéndoles un poco de mi experiencia familiar, en este camino imperfecto hacia un estilo de vida más sustentable. Hoy les quiero hablar del cambio de conciencia más fácil y práctico que nos ha resultado hasta ahora como familia “el tema de la ropa”.

En mi familia de que tengo noción hemos aplicado la heredada de ropa, siempre la hacíamos circular, recibimos del mayor y le damos al que nos sigue. Es por esto que el cambio de switch se hizo más fácil, ya tenía como hábito la reutilización de la ropa.

Al interiorizarnos en el tema de los problemas ambientales nos llevamos la gran sorpresa que lamentablemente la industria textil es la que lidera en el segundo lugar como una de las más contaminantes del planeta, es lamentable ver y saber que en nuestro país aún no existan políticas que promuevan mejorar estás cifras, pero me alienta saber que padres/familias como ustedes y nosotros, Si podemos aportar con nuestro granito de arena para mejorarlas. Siempre se puede partir por un cambio, por mínimo que parezca, existiendo motivación para generarlo, ya es el gran y primer paso.

En Chile la ropa no se recicla, por ende, lo que no se aprovecha, llega de una u otra forma a los vertederos o incineradores, en donde se convierten en un mayor problema para el planeta produciendo más daño aún por los tóxicos que se generan.

Cómo ya estamos más conscientes de esta problemática es que decidimos evitar comprar ropa nueva y darles una segunda oportunidad a otras prendas, mi instinto busquillas me ha llevado a conocer diferentes lugares en donde hemos conseguido, calidad, variedad y buenos precios:

 

  • Mercado de Facebook y Yapo, aquí se encuentra de todo. Es gente como tú o como yo que ofrece las cosas que ya no usa. El único punto complejo muchas veces es la entrega.
  • Tiendas físicas ropa americana, Ej. Orange blu / cero90, vintage… Son un poco más caras, pero puedes encontrar prendas más «exclusivas». Trabajan marcas de renombre internacional.
  • Tiendas de ropa infantil usada: este sí que ha sido el mayor descubrimiento, las amo. Algunas ofrecen que les hagas trueques, compres o dones ropa usada, siempre mantienen buenas ofertas. Ej. Instagram Travieso, Full kidz o tricicloverde en Viña del Mar.

En otras también te compran tus productos, o sea, pagan con dinero y si quieres también te dan créditos para usarlos en la misma tienda,  Ej. Theloopkids aquí también puedes encontrar mucha ropa infantil de segunda mano en excelente condiciones.

  • Ropa usada en ferias libres o persas, aquí si que encontramos a precios de gangas la ropa, es solo cosa de ser pacientes y buscar, si te gusta pasear, lo recomiendo a ojos cerrados.
  • Trueque con familiares y amigos
  • Ropantic y “te doy” eventos en donde das y recibes ropa.

Son pequeños ejemplos de cómo podemos obtener ropa de segunda mano y generar una economía más circular con la ropa.

 

También existen muchos otros emprendimientos que le dan una nueva vida a eso que ya «no sirve», creando con esas prendas nuevos productos o como le llaman «UPCICLING» ej. Con jeans viejos pueden crear un delantal de cocina o mochilas.

Solo está en nosotros tratar de generar este cambio de conciencia por la ropa, siempre se puede hacer algo. Llevar una vida más simple no quiere decir que debemos despojarnos de todo, pero si debemos repensar el impacto que generamos. No niego que años atrás pasé por periodos de consumismo puro, a flor de piel, donde lo que veía lo compraba sin razonamiento alguno y así fue como obtuve un clóset lleno de ropas con etiquetas esperando supuestos momentos/lugares para ser usadas. Si me pongo analizar creo que hasta el día de hoy existirían esas prendas sin usar, porque aún no han llegado esos instantes.

Como familia liberarnos de lo que significó el sobreconsumismo no fue fácil, pero lo logramos; alguna ropa la regalamos, donamos, otra la vendimos y otras la transformamos. Han sido acciones rápidas y concretas, simplemente sentimos que era momento de actuar.

Cómo dijo Budas: » no es más rico quien más tiene, sino quien necesita menos»

Desde ese momento es que tratamos de comprar solo lo justo y necesario, nada a base de supuestos ni posibles. La moda sostenible no se trata solo de lo que compras, si no cómo lo compras, buscando hacer compras con intención, propósito y necesidad. Buscando la mejor opción siempre para nosotros y el planeta.

Nosotros le generamos la demanda a las grandes empresas, pero los invito a terminar con esto, al preferir el comercio local los emprendimientos, a buscar en los bellos oficios una nueva oportunidad para nuestro closet (costurera, el zapatero) a liberar nuestra mente del prejuicio de reutilizar algo. No quiere decir que seamos en buen chileno «cagaos», solo queremos ser más conscientes y si vas a obtener algo elegir mejor de buena calidad para aumentar su durabilidad y así comprar menos.

¿Y ustedes qué hacen con su ropa, la donan, la venden, la regalan?

Un abrazo y espero que se sumen al cambio.