Por Rebeca Cartes
Siempre soñé, desde muy niña, con el momento en que sería madre, de alguna manera idealicé este momento…quería tener un hij@ feliz, que siempre se sintiera amad@. Fue así que al encontrarme en 5to año de mi carrera universitaria llegó la noticia de su presencia, mi hija a quién llamé Sofía Valentina, por ser nombres con un gran significado (sabiduría-valentía). Soñaba con ella, y hoy justamente, es tal como la soñaba, una niña sabia, en algunos casos valiente, cariñosa y por sobretodo bondadosa. Sofía llegó en un momento especial para mí, donde finalizaba una de las etapas más importantes de mi vida. Era como un sueño, del cual aún transcurrido meses desde su llegada yo creía permanecer en él.
Intento día a día ser una madre cariñosa y demostrativa de mis afectos con ella, reforzando sus habilidades y capacidades para hacerla sentir segura y formar su personalidad de la mejor manera. Han sido ya 13 años los que hemos vivido juntas y cada día agradezco tenerla a mi lado, con su carácter fuerte, su carisma y generosidad con la cual me enseña a ver las cosas de manera mucho más sencilla y disfrutar cada día de nuestra familia de a dos.
Siempre soñé, desde muy niña, con el momento en que sería madre, de alguna manera idealicé este momento…quería tener un hij@ feliz, que siempre se sintiera amad@. Fue así que al encontrarme en 5to año de mi carrera universitaria llegó la noticia de su presencia, mi hija a quién llamé Sofía Valentina, por ser nombres con un gran significado (sabiduría-valentía). Soñaba con ella, y hoy justamente, es tal como la soñaba, una niña sabia, en algunos casos valiente, cariñosa y por sobretodo bondadosa. Sofía llegó en un momento especial para mí, donde finalizaba una de las etapas más importantes de mi vida. Era como un sueño, del cual aún transcurrido meses desde su llegada yo creía permanecer en él.
Intento día a día ser una madre cariñosa y demostrativa de mis afectos con ella, reforzando sus habilidades y capacidades para hacerla sentir segura y formar su personalidad de la mejor manera. Han sido ya 13 años los que hemos vivido juntas y cada día agradezco tenerla a mi lado, con su carácter fuerte, su carisma y generosidad con la cual me enseña a ver las cosas de manera mucho más sencilla y disfrutar cada día de nuestra familia de a dos.