Mi amigo el autistmo.

Por Mitsu Novoa.

¡Hola! ¿Cómo están?, soy Mitsu, y a contar de ahora les hablaré de mi amigo el autismo.

Autismo llegó a nuestras vidas el año pasado, de la mano de mi hijo Félix, fue algo muy arrasador que removió mis pies del suelo firme que pisaba.

Me auto denomino múlti-madre, ya que mis hij@s me han puesto a prueba en múltiples facetas y entornos que, por lo mínimo me han hecho crecer, dividirme, reconstruirme y replantearme lo que es ser madre en la sociedad de hoy, pero mi amigo auti fue mi gran maestro – y aún lo es.

Ustedes dirán- pero que galla más loca como le dice “mi amigo auti”, pues bueno ahora les explico, el autismo como condición, era algo absolutamente ajeno a nuestra vida, lo habíamos escuchado a lo lejos en un par de programas de televisión, y habíamos dicho “ay pobrecito”. Pero llegó, y no desde la televisión, sino que, con Félix, mi hijo de actualmente 3 años y medio.

Pero ¿cómo?….

Cuando Félix tenía dos años, comencé a notar ciertas conductas que no me hacían sentido en comparación al a vivencia que tenía con mis otros hijos, se concentraba en mirar la cortina por tiempos prolongados, cuando lo llamaba por su nombre, rara vez me daba su atención, lo miraba a los ojos, pero su contacto visual no duraba más de dos segundos, y aparte de eso, tenía movimientos y paseos repetitivos y constantes.

Así es que como cualquier mamá, que siente en su corazón que algo no andaba bien, decidí investigar, san google fue tajante, autismo- asperger, pero bueno todas sabemos que no solo basta con eso, así es que decidí bajar cuestionarios de la web de sitios médicos especialistas, claro tuve que traducirlos y todo, pero fue la mejor decisión, cuando ya estaba casi segura de que algo andaba marchando diferente en Félix, decidí acercarme a mi Cesfam para aclarar con la doctora mis inquietudes,  a pesar de que la postura médica de mi Cesfam fue muy poco cooperativa ( y después de  varias insistencias para la derivación a neurología)  mi hijo fue diagnosticado en marzo del 2017 con autismo.

Desde su diagnóstico, no he pardo de informarme, leo, investigo y educo a mis cercanos acerca del tema, me encontré con una sociedad absolutamente ajena al autismo (tal como lo estaba yo al principio), y no he dejado de sorprenderme de cómo estamos tan pobres en la comprensión de ciertas condiciones, la inclusión como concepto y como realidad sigue siendo una utopía.

Pero seguimos, a veces, soy los amigos que a mi hijo le falta, mis brazos se convirtieron en el lugar favorito de Félix para calmar sus crisis, mis brazos, se convirtieron en cuna, en nido y en cielo.  Porque somos una simbiosis mística instintiva y mamífera que nada ni nadie puede parcelar. Detrás de sus ojos hay un infinito amor para dar solo debemos saber aceptarlo sin reparos …

Bueno y para despedirme es aquí donde les digo que, cualquier duda, presentimiento o corazonada que tengan, escúchenla, la maternidad y su magia tiene muchas formas de hablarnos. Confíen en su instinto ya que todo nuestro ser está preparado para ser madres (y padres).

Un abrazo para ustedes , Mitsuko.-