Por Felipe Poblete
Hola, me llamo Felipe Poblete, tengo 34 años y soy papá de dos hermosuras, de casi 7 y 1 años 8 meses. Hoy les quiero contar algo de lo mucho que podría contarles, en cuanto a mi experiencia de paternidad.
Primero nació Danae, fue un embarazo muy delicado ya que al avanzar los meses nos enteramos que tenía una dilatación en el riñón, situación que me tuvo en alerta durante todo el periodo gestacional, llegó el momento de decidir donde nacería y en este caso los doctores recomendaron que fuera en algún centro hospitalario que contara con UCI Neo, así que nuestra elección fue una clínica ubicada por ahí por reñaca jajaja, y llego el día!!! fue una experiencia fuerte no solo por lo que significaba ser papá, sino también por la incertidumbre de su desarrollo a fuera del útero con respecto a su sistema renal. Fue una cesárea programada una mañana de un 15 de noviembre del año 2010, para peor, un año bien movido, los temblores eran demasiados y a la mamá le daban pánico. Llegamos temprano, al entrar en pabellón el aire estaba denso, no me gustó la sensación de ese lugar, no me sentía cómodo, entre tanta emoción me desmayé, me recompuse y nació mi primera hija a las 9:24 hrs. Midió 49 cm. y pesó 3.354 kg. Me pidieron acompañar a mi beba para medirla, pesarla, bañarla y vestirla y luego se la llevaron. Yo quería seguir con ella, pero no se podía, al pasar las horas volvió a mis brazos, yo ya más calmado porque gracias a Dios, Danae no presentó ningún problema, aunque yo seguía contemplando su mirada y pedía a Dios su sanación completa y definitiva. Durante 1 año y medio seguimos en chequeos constantes con especialistas particulares súper costosos y por fin le dieron el alta, sentí una tranquilidad inmensa al ver a mi hija sana y creciendo como corresponde.
Entre medio pasaron muchas cosas, me separé, conocí a una hermosa mujer y con ella vino mi segunda experiencia, planificamos la llegada de este bebé, ella mamá primeriza y yo mucho más maduro con otros proyectos de vida, y junto con esa decisión vino otra, arriesgarme y empezar a trabajar de manera independiente, ya que sentía que podía y además, podría planificar mis tiempo, así repartirlos entre mis hijas y de esta forma no perderme nada de ellas y ¿saben? me funcionó.
En este embarazo por lo mismo, pude disfrutar cada minuto, cada control, cada ecografía, cada momento, hasta nos dimos el gusto de tomarnos una sesión fotográfica de estudio, maravillosa y entretenida experiencia, paseamos por la playa, entre mil cosas más. También fue muy entretenida la búsqueda de nombres, nos demoramos 4 meses en tener dos opciones, una de cada sexo, hasta que llegó el momento, “ES UNA NIÑA” Victoria Trinidad sería su nombre, y lo mejor, venía todo bien. Llegó el momento de decidir donde nacería. Mi Sra. me propuso tenerla en el sistema público, en un principio no me gusta mucho la idea, pero luego la apoyé como siempre… sería parto normal, vi mil videos para mentalizarme y a las semana 38 me avisaron que era muy grande, así que programaron cesárea.
Uff!!! llegó el día tan esperado, tuve que tener nervios de acero, ella me necesitaba y yo tenía que estar a la altura, me pasaron a una sala, me puse el kit papá y nos juntaron nuevamente con mi Sra., tomé su mano y respiré profundamente, más ni mal, pucha que se ve “SANGRE”, pasaron un par de minutos y asoman unos ojitos de aceituna, negros profundos y grandes, fue amor a primera vista, fue una conexión mágica, luego pasé a medirla, pesarla, bañarla y vestirla, y luego de eso me dejaron estar todo el rato con ella hasta que por fin se juntaron con mujer, fueron 3 horas maravillosas, donde oré, le canté, le hablé de su familia, de lo que hacíamos y un sinfín de cosas que no recuerdo, solo sé que era mucha información jajaja, la sentí mía, creamos una complicidad única y hasta el día de hoy es así, su mamá es muy generosa y siempre confió en mí. Hoy participo en cada proceso de ella, es sana, fuerte, simpática y un poco mañosa, ya que esta en los “Terribles 2” jajaja, en noviembre del año pasado entró a sala cuna y aunque con aprensiones en un principio hoy veo que le gusta y que además ha aprendido mucho, como primera responsabilidad del día, la voy a dejar al jardín lo cual me llena de alegría, conozco a los apoderados, a sus amiguitos, veo cómo mi pequeña tiene una tremenda personalidad (al padre jajaja) se desenvuelve súper bien, y me impresiona su energía, una personita que junto a su hermana mayor me llena de energía, alegrías y satisfacciones. Danae y Victoria son mis princesas…¿quién sabe si en el tiempo se agranda la familia con un Franco Alonso?. Saludos a tod@s!!!