Por Alfonso Puga.
Hola, mi nombre es Alfonso y mi compañera de vida Victoria y somos padres de dos hermosas e inquietas niñas llamadas Valentina de 9 años y Thais de 4 años.
Con Victoria llevamos 18 años junto,s donde hemos construido una hermosa familia, obviamente con sus peleas y diferencias, pero siempre a través del diálogo y el amor se soluciona todo.
Valentina y Thais son tan diferentes una de otra en sus personalidades, pero a la vez tienen muchos intereses en común y uno de esos factores es el Deporte.
Podríamos decir que somos una familia deportista, yo soy profesor de artes marciales y mis niñas son mis alumnas desde sus primeros pasos, donde sus primeros patrones en vez de caminar fue tirar una patada, así que a sus abuelos le enseñan zumba y abdominales.
Es increíble como el deporte puede unir a una familia siempre considerando apoyarse porque el tiempo cobra gran importancia, ya que tus tiempos libres o de fin de semana se transforman en torneos y entrenamientos, donde después del trabajo, mis hijas y mi señora me esperan listas para irnos a entrenar.
Es importante apoyar a tus hijos en la práctica de algún deporte y más aún si es en familia. A nosotros nos une practicar deporte en familia, es gratificante ver crecer a nuestras hijas sanas y fuertes, y creemos firmemente que como papás siempre debemos ser un ejemplo para tus hijos.
Es inexplicable la alegría de ver triunfar a tus hijos y la tristeza de verlos perder o verlos llorar de frustración, pero es ahí donde tu rol de papá toma la importancia de la vida misma en su presente y futuro de tus hijos, donde un abrazo y un beso se transforman en el mundo de ellos.
Con mi señora tratamos de apoyarnos en todo, y sí, a veces como papás es difícil tener tiempos para nosotros, de hecho nuestras conversaciones se traducen a las 3 de la mañana sentados en el living para conversar de nuestro día y como están nuestras niñas, pero siempre el amor es el pilar fundamental de todo y a pesar de tantos años juntos, cada día nos levantamos más unidos y felices de tener a dos niñas hermosas que llegaron para completar nuestras vidas y darles un verdadero sentido.
Me despido solo diciendo que los hijos realmente son un regalo de Dios.
Un abrazo para toda la tribu de Mamá Confidente.