Por Jessy Fernández.
Es una bendición saber que serás mamá, pero ha sido un desafío asumirlo sola. Después de la partida de mi amore, tuve que hacer todo sola desde que mi niño era muy pequeñito, todo se volvió más estresante, pero también emotivo.
Lo que quiero compartir con ustedes es unas de las cosas que más me han marcado. Cuando mi hijo tenía 3 añitos y no dejaba su chupete, un día de baño le comenté una bella historia del árbol de los chupetes y de que un ángel venía por él. Le expliqué que si él decidía dejar el chupete, el ángel a cambio de éste le dejaría un regalo. Fue así como se animó, salimos juntos y colgamos el chupete en un árbol cerca de nuestro departamento. Para nuestra sorpresa, en una cajita de juguetes él encontró un chocolate trencito, sorprendido con el chocolate y creyendo mi historia, mi hijo nunca más preguntó por su tete…Y déjenme decirles que hasta el día de hoy que ya tiene 7 años recuerda esa bella historia y el momento vivido.
Cariños
Jess.