Por Romina Galleguillos Aguayo
Querida comunidad les cuento mi experiencia. Sé que algunas madres pueden estar pasando por lo mismo ahora y quizás pueda ayudarles mi relato.
Tengo 4 hijos, la mayor de 12 años se llama Francisca, Pascual de 5, Ramiro de 3 y Felipe de 9 meses.
Les cuento que de profesión soy profesora, una carrera que me encanta, pero dejé de ejercer cuando nació Ramiro, porque no tenía una red de apoyo cercana que me ayudara con el cuidado de ellos para así poder trabajar tranquila. Bueno, esto me llevó dedicarme 24/7 a los niños. En primer lugar cuando tomé la decisión no se me hizo difícil asumir… pero no les niego que pasando los meses me lo cuestioné muchas veces, sobre todo porque estaba acostumbrada a ser independiente económicamente y eso a veces me angustiaba un poco, pero tenía el apoyo y contención de mi pareja que es muy importante, porque esta familia la estamos construyendo ambos. Cuando Ramiro ya iba a cumplir los 2 años nuevamente me picó el bichito por salir a trabajar pensando que ya los niños estaban un poquito más “grandes” y de alguna forma, me las podía arreglar… pero adivinen… chan chan…estaba nuevamente embarazada, así que hasta ahí llegaron mis ganas de retomar el trabajo jajaja .
Sin embargo, hoy me siento plena, los niños están creciendo y yo, si bien no he podido trabajar fuera de casa, de a poco he podido emprender en algunos proyectos familiares que poco a poco van dando sus frutos…Y como me dijo una amiga una vez «respira hondo, no es fácil tener tantos niños, pero ya crecerán y no te darás ni cuenta» así que respiro y lo recuerdo cada vez que me vuelve a picar el bichito.
Con cariño Romina G.