Por Natalie Vargas.
Soy Natalie, mamá de Trinidad de 2 años y medio, fundadora junto a mi amiga Karina de @mamasyunpocomas . Cuando fui invitada a este espacio pensé en miles de temas de los cuáles escribir, pero la elección era sencilla: tenía que escribir de mi experiencia de madre siendo primero, hija.
¿Les pasó que cuando fueron adolescentes encontraron exageradas a sus mamás y dijeron: cuándo sea mamá voy a dejar que mis hij@s hagan lo que quieran? Yo lo dije, y hoy me arrepiento.
Mi mamá, Clara, es una mujer muy ordenada, correcta, disciplinada, nunca con golpes ni nada por el estilo, pero sí con reglas, horarios y normas claras (cómo su nombre). Yo la encontraba exagerada, cuática por así decirlo, pero sabía que era así por amor, siempre dándonos besos, abrazos y muy preocupada por mí y mi hermano, nos repetía constantemente: algún día me lo van a agradecer o cuándo seas madre me vas a entender… y al final, así fue.
A mis 29 años me convertí en madre de Trinidad y efectivamente la comprendí.
Decir que soy una copia de ella es poco, porque incluso ella cree que yo soy muy exagerada en esto de la maternidad.
A momentos pienso… ¿Qué pensará Trini de mí cuándo sea adolescente? Probablemente lo mismo que yo pensé de mi mamá, y seguramente le repetiré la frase: “algún día me lo vas a agradecer”.
Por eso, aprovecho de agradecerle, los valores, hábitos y reglas. Gracias a ella amo la lectura, siempre tuve motivación por estudiar y por ser constantemente una versión mejorada de mí misma. Siempre intentado dar lo mejor de ella, aún si los medios económicos no acompañaban.
Sé que ella está orgullosa de mí, pero más orgullosa estoy yo de la madre que tengo, y siento que me he convierto en la mamá que siempre he querido ser.
Hermoso natiii conozco a tu mami con esa dulzura y tranquilidad y tu una gran amiga de años ambas mujeres y madres hermosas!!