Cómo seguir adelante…

Por Bárbara Venegas

Nuestra primera hija llegó de sorpresa, una linda sorpresa, pero que debo decir, mi marido tomó harto mejor que yo, eso el año 2012 y nació el 2013.

Quisimos otro hijo, y si, al borde de renunciar, quedamos esperando… Y de aquí nace mi corta, pero aún dolorosa historia.

Mi marido quedó sin trabajo estable en Abril, trabajábamos en la misma empresa…. Lo encontré muy injusto y lloré harto de pura rabia, pero yo debía sobre todo en ese momento, seguir adelante, pero sentí que me quitaron una parte de mi corazón cuando ya no estuvo, ¿por qué? Porque ahí lo conocí y cada vez que nos topábamos, mi corazón latía a mil de enamorada.

Hace tiempo que yo venía pasándolo mal en la pega, no había buen trato, pero siempre pensé seguir por mi hija, por apoyar nuestra familia, por enseñarle a mi hija que éste mundo egoísta no debe ganar y mientras uno actúe éticamente correcto, no debe rendirse. Por todo eso seguí, me aguanté que me preguntaran por mi marido e incluso trabajar con su jefa, digna y dándole para delante…así que ese no era tiempo para tener hijos.

El 22 de Agosto me desvincularon, el mundo se me vino abajo, había ganado la injusticia… lloré a mares, me faltaron lágrimas, pero las palabras y gestos de un gran compañero de trabajo me hicieron no desfallecer… mi hija me consolaba, me abrazaba y me pedía no tener pena… seguí adelante, pero me duró 1 semana, porque sorpresa… estaba embarazada… yo estaba feliz, mi hija mayor por fin tenía al bebé “que quería comprar” jajaja, mi marido feliz, nervioso por las lucas, pero tenía la misma cara de amor que cuando supo que estábamos esperando la primera vez….

Entre todo esto, estuve muy enferma, a tal punto que tuvimos que decidir si seguir con el embarazo o no, y pudimos seguir adelante luego de todo.

Mi hija Victoria llegó para darme fuerzas de nuevo, y cómo no si fue un bebé muy esperado. Llegó para decirme que si hay amor, uno jamás se rinde por los hijos y la familia, me enseñó que sí, uno se desarrolla profesionalmente y entrega compromiso en la pega, pero nada, NADA vale el amor de la familia y ver esas caritas de felicidad de mamá y papá en casa, en clases de “bailarina», de controles médicos en familia, de idas al parque, de ir a dejar a mi hija todos los días al cole bailando en el auto juntas, etc.

Mi marido hoy tiene, tenemos, un emprendimiento que se llama Villa feliz, escogimos ese nombre porque eso queremos eternamente para nuestras niñas, no ha sido fácil, pero el amor de verdad te impulsa a seguir adelante….

Matilda, Victoria y Danilo, ustedes me hacen seguir adelante, me impulsan a derribar todos mis miedos, mis penas, pero sobre todo, me llenan de alegrías.

¿Qué es seguir adelante? Mirarlos todos los días, saber que están sanos, pero lo más importante es como dice Matilda, “mami, en esta familia siempre están Todos Juntos”.