Por Paulina Retamales Ochoa.
¿Como sobrepasar las barreras hacia una vida sustentable?
¡Lo describo como una montaña rusa! En algunos momentos siento la adrenalina de estar haciendo cambios concretos en mi vida y la de mi familia, pero en otros momentos siento la incertidumbre de saber si estas acciones/desafíos realmente nos llevarán a una vida sostenible. Lo más importante en esta filosofía de vida es encontrar un equilibrio en nuestras decisiones y sentir que lo que hacemos vale la pena.
¡Como les contaba la semana anterior, estas primeras semanas hemos reducido en forma gradual pero concreta el consumo del plástico!
En primer lugar, evitamos el empaquetamiento de ciertos productos yendo a la tienda que vende a granel, e hicimos nuestras primeras compras con envases que reutilizamos desde nuestra propia casa. Todo el proceso, desde seleccionar los envases, transportarlos a la tienda y elegir el producto fue sumamente interesante. Es increíble observar el cambio en cada uno de nosotros y ver la comida con otra mirada. Por ejemplo, es increíble como cosas tan pequeñas pueden modificar como percibimos el mundo mediante el olfato y la vista. Partimos con cosas básicas, el café, la avena, fideos, especies y los snacks. ¡Un éxito total, hasta se pelean los niños por pesar los envases!
Segundo, optamos por comprar carnes en una carnicería local en vez de las grandes tiendas. Esto redujo considerablemente el empaquetamiento de plástico y las bandejas de poliestireno que inundan los supermercados y nuestros hogares. Además, el hecho de consumir productos locales ayuda a limitar las emisiones de dióxido de carbono (CO2), ya que estamos reduciendo la distancia que recorren los alimentos. Por último, generamos una conexión interesante con el carnicero, ya que lo visitamos semanalmente y nos comparte anécdotas de su vida, nos ha contado dónde y cómo compra el animal para traerlos a la tienda. Los niños se han sorprendido, ya que por primera vez pueden ver con sus propios ojos el proceso de traer carne a la mesa y ¡Qué mejor desde la granja al plato!
Este viaje nos ha hecho como familia ser más conscientes de los recursos que consumimos. Me siento feliz de que estos cambios de hábitos han generado cambios concretos en mis hijos y (a veces) mi esposo. Cosas tan simples y cotidianos han permitido una armonía con el planeta y espero que nos lleve a una vida más sustentable.
Quisiera aprovechar en este capítulo de compartirles un cartel que Josefina puso en la puerta de su pieza. Es más bien simbólico, pero refleja los cambios positivos que ha generado nuestro viaje hacia una vida sin desperdicio:
Para terminar, aquí les dejo un dato concreto a quienes quieran intentar la acción de para comprar productos a granel en la quinta región. Es una tienda que se llama Caperucita Feroz ubicada en 6 norte con 4 poniente en Viña del Mar. Este local es atendido por sus propias dueñas “Rocio” y su hija Elena de 1 año 1/2, que de seguro les regalarán una sonrisa. Los invito a reciclar frascos en tu casa e ir a comprar productos a granel (coco, semillas, quinoa, frutos secos, harinas y superalimentos).
El futuro depende de las elecciones diarias de cada persona. No esperes hasta mañana para cambiar. Los invito a ser parte de este viaje y tomar sus propias acciones.
¡¡¡Cariños a todos los padres y madres sustentables!!!
Pali