Por Claudia Vega.
Comienzo agradeciendo a Sindy por este bello espacio que nos da.
Me presento.
Mi nombre es Claudia Vega Muñoz, mamá de Paulina.
Fui mamá grande, a los 38 años y actualmente tengo 44.
Profesionalmente soy Licenciada en Educación, Profesora de Educación Diferencial, Magíster en Educación Diferencial y con varios Post títulos entre medio.
Volví a trabajar cuando mi pequeña tenía 10 meses. Seguía con tratamiento por depresión post parto, pero mi Psiquiatra decidió no darme más licencias.
Vivo en Valparaíso y trabajaba en Casablanca, los viajes se me hacían eternos… Y tuve que afrontar muchos cambios al volver al trabajo. La escuela había cambiado de dueños, quien me reemplazó en mi pre y post natal ahora era la directora y de mis antiguas colegas, sólo seguía una de ellas.
Lamentablemente, sufrí acoso laboral y esto sumado a mi depresión sólo hicieron que quisiera salir de ese lugar. No pude ni supe asesorarme, ya que por mi horario de trabajo no tenía tiempo de ir a la Inspección y sólo renuncié.
No niego que no fue fácil tomar la decisión, pero creo que, por salud mental, fue lo mejor.
Al año siguiente tomé un reemplazo en mi ciudad, mientras entre mi mamá, mi suegra y mi pareja cuidaban de mi pequeña. Pero aun sabiendo que estaba bien cuidada, no me sentía bien, no estaba feliz delegando su cuidado y sentía que no había traído a mi hija a este mundo para que otras personas se hicieran cargo de su crianza.
Entre este cambio, el 2014 creé mi tienda virtual «Caracolita de Ámbar», a fin de poder aportar económicamente al hogar.
Finalmente, en diciembre del 2015 terminó el reemplazo que estaba realizando y desde ahí estoy dedicada 100% a la casa y la crianza.
Hoy Paulina tiene 5 años y aunque a veces me canso, me arrepiento, me cuestiono, etc. estoy convencida de que fue la mejor decisión y mi pequeña me lo confirma cada vez que me da las gracias por estar con ella, y por ser buena mamá.
Si bien fue brusco el cambio en el ámbito económico, les digo que se puede. Cuando uno tiene mucho, gasta mucho. Se aprende a vivir con lo justo, comprando lo realmente necesario y agradeciendo a todos los angelitos que hacen que a nuestra Tuy no le falte nada.
Si bien hay mujeres que no conciben el postergarse y quedarse en casa al 100 (lo que es súper válido), también habemos mujeres que nos queremos dedicar al hogar y la crianza.
¡Toda opción es válida, mientras te haga feliz!